martes, 18 de agosto de 2015

La luna y sus fases

Fase de la Luna Nueva
La ausencia de Luna es propicia para hacer desaparecer, menguar y eliminar todo aquello que queramos. En magia la solemos usar para cortar todo lo negativo así como para acabar con maldiciones y magia negra.
Fase de la Luna Creciente
Aprovecharemos el Cuarto Creciente para dar fuerza y hacer crecer todo lo que nos pueda interesar. Es una luna fecunda, potencia negocios, salud, dinero, éxito, cosechas y cuanto sea menester.
Fase de la Luna Llena
El lapso de Luna Llena es excelente para dar vida, para llenar y para hacer abundar todo cuanto nos sea menester. Es el momento de máxima fuerza para trabajar el amor. Es una luna poderosa para la Justicia Divina y para la culminación del éxito.
Fase de la Luna Menguante
Durante este periodo tenemos una ocasión excelente para menguar todo lo que no deseemos, aquello que nos perjudique, las enfermedades, los enemigos, los celos, etc.
Una vez memorizados los aspectos generales, hagamos una inmersión ahora en el detalle de cada uno de estos.

El uso de las fases Lunares en la Magia

La magia de la Luna nueva

En esta fase la luna parece totalmente negra o no se puede ver la luna de noche. Esta fase dura 5 días. Los tres primeros es la considerada Luna Negra, en la que no se debe hacer petición alguna salvo que sea para cortar un mal y hacerlo desaparecer. Los dos siguientes se considera la fase de Luna nueva, que introduce a la fase creciente. En esta fase, y a pesar de que suele ser mejor esperar a la creciente, se pueden iniciar rituales de crecimiento personal, curación y bendiciones de nuevos proyectos.
También es una muy buena luna para limpiar y consagrar las herramientas mágicas.
En este ciclo donde se reúne el sol y la luna,(cuando más cerca están), indica el comienzo de una etapa que se presenta propicia para realizar nuevos proyectos y comenzarlos con gran positivismo.
A nivel de salud, lograremos en estos días realizar una buena desintoxicación de nuestro organismo y es el mejor momento del mes lunar para realizar un ayuno o alguna terapia de desintoxicación. Esto acompañado de un ritual de purificación y limpieza nos dará fuerzas para afrontar el mes con energías renovadas.
Son unos días en los que estaremos más serenos psicológicamente por lo que podremos emprender un acto mágico con la máxima concentración y fuerza. Es una fase en la que reina el autocontrol.

La magia de la Luna en cuarto Creciente

A la Luna se le llama creciente cuando pasa de nueva a llena, cuando esta incrementando en tamaño y visibilidad o cuando hay luz en el lado derecho de la luna. Esta fase incluye también la fase de creciente y gibosa (o gibosa creciente).
En esta fase se trabaja mágicamente para incrementar cualquier cosa o atraerla. Pedir que venga un amor, que aumente el dinero en nuestras cuentas o nuestra influencia laboral son algunas de estas peticiones.
Si lo que queremos es proteger a alguien de algún mal es el momento oportuno para pedir Justicia Divina y el aumento de protección sobre nuestros seres queridos.
A nivel de salud, es el momento de potenciar las defensas del cuerpo y dar vigor a las personas. El organismo comienza a estar predispuesto a crecer y agrandarse a medida que la luna en esta fase comienza a crecer en luz. Comienzan los días adecuados para poder recuperar las fuerzas perdidas y reponer todas las energías que estaban bajas. Todo nuestro cuerpo comienza a asimilar todo lo que comemos o bebemos, así como todo lo que se aplica sobre nuestra piel, ya que nuestro organismo se encuentra más perceptivo y mejor preparado para ello. Debido a esto, todo lo que comamos nos engordará más, así sea lo mismo que hemos consumido en otras fases lunares. Por esta gran asimilación de nuestro cuerpo, son días favorables para la ingesta de vitaminas y minerales, si es que nos encontramos con carencias de ellas. El aspecto más negativo estará dado por la dificultad de recuperarse de intoxicaciones o de malestares provocados por el consumo de distintos alimentos.
También es el momento adecuado para trabajar la fertilidad de una pareja.

La magia de la Luna Llena

La luna es totalmente redonda y llena de luz. Algunos consideran la luna llena durante 3 días antes y después de estarlo mientras que otros efectúan sus trabajos solo en las pocas horas de la luna llena. Lo mejor es ajustarnos siempre al máximo que podamos a la luna llena más real, sin renunciar a hacer un trabajo necesario solo porque se nos va un poco de hora (dentro de estos 7 días de luna llena).
En esta fase la luna ofrece toda su fuerza y se pueden efectuar trabajos de protección, adivinación, justicia, espiritualidad y demás.
Durante la fase de la Luna Llena esta se encuentra en el lado opuesto al sol, y es por ello que refleja su luz en su totalidad. Sucede entonces que la razón y los sentimientos se encuentran más alejados de su influencia, pero nuestro organismo se encuentra sometido a una inmensa presión. Se considera que la luna provoca un gran efecto embriagador sobre todo nuestro cuerpo ya que ésta tiende a retener líquidos.
Además nos encontramos sumamente sensibilizados a nivel orgánico, por lo que hay que tener cuidado con lo que consumimos y debemos comer con moderación. También provoca variaciones en las mareas biológicas y esto repercute notoriamente en nuestro sistema nervioso, provocando distintos estados de tensión sin saber, en la mayoría de los casos, la razón de esto.
Las emociones se encuentran a flor de piel, por lo que debemos estar atentos, ya que sus efectos se manifiestan directamente sobre nuestro cuerpo. También se presentan grandes trastornos psicosomáticos.
Todo este potencial influye también en la magia, propiciando que el mago sea también mucho más capaz de manejar grandes torrentes de energía y canalizarla.

La magia de la Luna Menguante

La Luna es menguante cuando pasa de llena a nueva, cuando esta disminuyendo en visibilidad y tamaño, cuando el lado izquierdo tiene luz.
Esta fase incluye las fases de Diseminadora, Cuarto Menguante y Balsámica.
En el cuarto menguante es el momento adecuado para efectuar trabajos de magia destinados a disminuir o quitar cosas negativas, a alejar enemigos, enfermedades, malas influencias o espíritus perturbadores.
Es el momento ideal para aprovechar y hacer limpiezas y destierros en personas, negocios y hogares.
Por su parte, el cuerpo tiende a eliminar o desprenderse de todo lo que le sobra a medida que la luna va decreciendo en luz. Es decir de todo lo que fue acumulando durante las etapas que la luna se fue llenando de luz. El cuerpo comienza a prepararse para purificarse, eliminando toxinas, por lo que hay que aprovechar estos días, para hacer uso de nuestras energías realizando actividades que requieran esfuerzo y así poder sudar y limpiar nuestro organismo.
Es un momento muy bueno para activar cualquier proceso curativo tendiente a eliminar focos infecciosos, reducir inflamaciones o cualquier proceso que pueda afectar nuestra salud. Mágicamente, es ahora el momento de acabar con esta o aquella enfermedad.
Alquímicamente será momento de aplicar pócimas de destierro y limpieza, o de tratamientos para quitar verrugas, acné y otros elementos negativos.

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