Un trabajo de magia negra consiste en el trabajo realizado por un brujo o mago dedicado a las artes oscuras sobre el aura de una persona o lugar. Muy a grandes rasgos, se construye una entidad energética a la que se le da una o varias órdenes muy precisas que esta entidad habrá de aplicar sobre la víctima actuando como guardián del trabajo realizado por el brujo. Según va pasando el tiempo, el trabajo oscuro va arraigándose en la víctima y en su vida debido a que esa entidad guardiana se aloja en el cuerpo aúrico de la víctima, convirtiéndose su vida en una pesadilla e incluso en su propia muerte. Como en todo, hay grados. Algunos trabajos son demoledores y buscan la muerte de la víctima y otros su sufrimiento, ruina, ruptura de relación de pareja, etc. Hay tantas motivaciones como iniquidades anidan en el alma del ser humano.
Para distinguirlos de una racha de mala suerte hemos de estar muy atentos y ser muy objetivos. Tener enemigos no les convierte a estos en brujos oscuros así que recomiendo que tratemos de ser muy asépticos y que, si los males persisten, se consulte a alguien que sepa del tema pues no es un asunto a tomar en broma. Si es magia negra, lo descubriremos porque la frecuencia de infortunios así como su número está fuera de toda probabilidad estadística. Será algo que nos llame la atención, desde luego. Algunos de los síntomas más llamativos de los puntos débiles de la víctima:
-Sentimientos negativos o tristeza: Podemos encontrarnos con una causa externa que nos ha inducido a una tristeza o negatividad: la ruptura de una relación, la muerte de una persona, la enfermedad, etc. Evidentemente, esto no es magia negra. Pero si todo en nuestra vida nos va relativamente bien o normal y nos asaltan constantemente sentimientos de tristeza, ahogo, pesadumbre o depresión y no encontramos la causa, podríamos estar ante un ataque. Y digo podríamos porque tenemos que conocernos bien y evaluar si algo de fondo podría estar provocándonos el malestar. Si no hay nada que lo provoque, ¡cuidado!
-Sentimientos negativos o tristeza: Podemos encontrarnos con una causa externa que nos ha inducido a una tristeza o negatividad: la ruptura de una relación, la muerte de una persona, la enfermedad, etc. Evidentemente, esto no es magia negra. Pero si todo en nuestra vida nos va relativamente bien o normal y nos asaltan constantemente sentimientos de tristeza, ahogo, pesadumbre o depresión y no encontramos la causa, podríamos estar ante un ataque. Y digo podríamos porque tenemos que conocernos bien y evaluar si algo de fondo podría estar provocándonos el malestar. Si no hay nada que lo provoque, ¡cuidado!
-Situaciones y caminos que se cortan: Este es uno de los rasgos más característicos de un ataque de magia negra. A la víctima se le cortan todos los caminos que emprende: proyectos, decisiones, planes… todo se corta misteriosamente. Incluso si la persona tiene una actitud positiva y cree firmemente que todo saldrá bien, las cosas se tuercen y se cortan.
Pérdidas inexplicables de dinero. Pagos inesperados, averías, etc. Una salida constante e imparable de dinero que hacen que la economía merme de forma considerable. Puede darse la pérdida de un trabajo o nuestra fuente de ingresos.
Pérdidas inexplicables de dinero. Pagos inesperados, averías, etc. Una salida constante e imparable de dinero que hacen que la economía merme de forma considerable. Puede darse la pérdida de un trabajo o nuestra fuente de ingresos.
-Desazón continuada: La víctima siempre siente inquietud, una sensación en la boca del estómago como de que algo malo va a suceder. Pueden despertarse fobias que nunca antes había experimentado e incluso ataques de pánico. Por ejemplo, alguien que nunca antes había tenido un problema con los espacios cerrados, comienza a tener claustrofobia.
Problemas domésticos. se rompen los aparatos eléctricos hasta el punto de llegar a situaciones increíbles donde varias cosas se rompen a la vez, averías constantes en la casa y en el coche y todo tipo de calamidades en este sentido.
Problemas domésticos. se rompen los aparatos eléctricos hasta el punto de llegar a situaciones increíbles donde varias cosas se rompen a la vez, averías constantes en la casa y en el coche y todo tipo de calamidades en este sentido.
-Olores espantosos: Se da el caso de que bajo un ataque de magia negra se pueden percibir olores a podredumbre en algunas estancias de la casa que tan pronto aparecen, se van. Es un síntoma también inequívoco. Al igual que hay una enorme casuística sobre la aparición de olores agradables como a rosas o a nardos ante presencias positivas, se da en este caso, lo contrario.
-Presencia de insectos: Es frecuente también que aparezcan en la casa insectos, sobre todo cucarachas.
-Pesadillas: Es muy frecuente que las personas que están siendo víctimas de un ataque de magia negra informen sobre pesadillas recurrentes. Personas que aseguraban no haberlas tenido nunca, comienzan a tenerlas cada noche. Se ha dado el caso de víctimas que han visto en su casa sombras, presencias atemorizantes, ruidos extraños e incluso algún fenómeno de poltergeist.
-Señales físicas: Es muy típico en un ataque de magia negra tener ansiedad incontrolable y miedo. Éste aparece de forma repentina e inexplicable. Muy típico también el picor de párpados o comezón, los ardores de estómago, problemas sexuales, en las mujeres mucha irregularidad en su periodo lunar, en los hombres impotencia. Hablamos de personas que nunca antes los habían experimentado y de repente tienen estos síntomas. Nuestros puntos débiles son potenciados por estos trabajos así que, si somos víctimas, nuestras dolencias se agudizarán.
Es también muy frecuente que una persona comience a sentir mucha apatía y desgana llegando a casos de dejadez física: no asearse, vestirse de mala manera, no querer salir a la calle, etc.
Otro síntoma muy claro es que la víctima comienza a aparentar más edad de la que tiene. Se produce un envejecimiento de la piel progresivo. Este proceso, aunque parezca increíble, desaparece cuando el ataque es destruido.
Es también muy frecuente que una persona comience a sentir mucha apatía y desgana llegando a casos de dejadez física: no asearse, vestirse de mala manera, no querer salir a la calle, etc.
Otro síntoma muy claro es que la víctima comienza a aparentar más edad de la que tiene. Se produce un envejecimiento de la piel progresivo. Este proceso, aunque parezca increíble, desaparece cuando el ataque es destruido.
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