Este ritual deberá ser hecho en días de luna menguante, especialmente el que antecede a Luna nueva y puede ser repetido cada vez que sientas que el ambiente está pesado o antes de iniciar algún periodo personal .
Lo primero que debes hacer es encender en cada uno de los espacios de la casa incienso de lavanda, sándalo o canela, tantas varillas como puedas sin escatimar, y mientras se consumen hacer sonar una campana , cascabeles, cristales o móviles de sonido para que las energías estancadas empiecen a moverse y se restablezca el equilibrio.
Una vez que se hayan consumido totalmente todas las varillas, barre de adentro hacia afuera de la casa.
Luego de eso, limpia el piso tres veces con agua, la primera de la forma que lo haces habitualmente de adentro hacia afuera mientras visualizas que todo lo malo está siendo recogido.
Luego de eso, limpia el piso tres veces con agua, la primera de la forma que lo haces habitualmente de adentro hacia afuera mientras visualizas que todo lo malo está siendo recogido.
La segunda y tercera vez prepara el agua con infusión de hierbabuena, ruda o albahaca y limpia de afuera hacia adentro mientras visualizas a las energías de abundancia, prosperidad, salud, armonía y todo lo que quieres obtener entrando en el espacio que estás tratando, el agua resultante de esta última limpieza debes usarla para regar el jardín o verterla en el patio.
Al finalizar vuelve a refrescar el ambiente esta vez con incienso de mirra o jazmín.
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